jueves, 29 de junio de 2017

Uno no se despide porque piensa que todavía no se va a ir. Que siempre estará. Que habrá una próxima vez. Que nada podrá cambiar.
Cada vez que nos veamos pensaré que puede ser la última, y embriagaré mis sentidos de ti. Te robaré sonrisas de caramelo , caricias de terciopelo. Te daré abrazos calentitos de polar y te haré cosquillas de plumitas. Te miraré a los ojos y te preguntaré: ¿Cómo estás?, y su brillo u opacidad me habrán respondido antes que las palabras. 
Simplemente, voy a demostrarte que me importas siempre… nunca es tarde